domingo, 28 de octubre de 2007

La ciudad mutante




Esta es mi calle. Vista desde aquí, parece el ghetto de Varsovia, lo sé. Es lo que tiene Gracia, a ratos acogedora, a ratos aturdidora. En el 51 trabajaba el relojero, con la lupa fijada siempre al ojo y apenas algún cliente muy de vez en cuando. Se fue hará cosa de un año.
El edificio no tenía ningún encanto especial, salvo ese reloj fijado desde hacía años en las 7'25. Ya no existe nada, ahora es un solar repleto de obreros que a todas horas taladran a los vecinos. Y dentro de poco un impersonal edificio llenará el hueco.
Todo está despareciendo: el bar de siempre, las tiendas, los locales con encanto... todo lo que se construye es de una tremenda vulgaridad. El tiempo nos pasará factura por destruir todo lo hermoso y convertir la ciudad en el espanto que empieza a ser.
Eso sí, no nos cansamos de mirarnos al ombligo, de pensar que somos la ciudad del diseño y la modernidad... y de echar la culpa de todo a los demás...

3 comentarios:

cleverdyc dijo...

Lamentablemente esto no solo pasa en barcelona.

Me gusta la foto.

Paula dijo...

Gracias a los recuerdos y fotos como la tuya, guardaremos con nosotros esos tesoros perdidos ante la mirada ajena, en una ciudad enloquecida y anónima.

Moltes Gràcies.

Anónimo dijo...

Aunque no me pronuncie mucho, sigo con atención y cariño el curso de vuestras aportaciones.
Gosto da foto.
Un bico,